y eso me pasa por ofrecido...

El día de hoy, fue un día algo aburrido, me levante tarde por la mañana y el intendente del departamento vino a arreglar una fuga que había en la ducha. Teníamos la duda sobre su nacionalidad, aunque cuando comenzó a hablar fui dandome una idea...Al principio no sabía si era venezolano, peruano o colombiano, seguí descartando opciones y quedó en venezolano y colombiano -aún no logro distinguir perfectamente el acento colombiano y venezolano- finalmente supe que era colombiano por sus modismos "marica, chimba, tetrajoeputa" aunque su acento seguía pareciendome algo distinto y pense: "seguramente ha de ser de Cali o Medellín". Tan pronto le preguntamos me saco de dudas, en efecto, era de Cali.

Salí rumbo al trabajo sin poder bañarme por que habían puesto una especie de pegamento o sellador en la coladera de la regadera, así que tuve que irme en mi "jugo" al trabajo. Todo transcurrió normal y un tanto aburrido hasta que un cliente me pregunto si teníamos baño a lo que contesté que no y cuando me disponía a darle direcciones para el baño mas cercano el muy grosero me calló diciendome: yeah, yeah,yeah -y no se referia precisamente a la banda de rock- tan solo pensé "eso y más merezco por ofrecido!". Esa fue una de las notas desagradables que tuve este día, el colmo fué cuando ya de regreso a casa en el tren quería sentarme en un espacio que había entre un señor gringuito y una méndiga china y su mochila la cual estorbaba para que yo pudiera sentarme. Después de otro cortés excuse me pensando que la tipa iba a quitar su mochila para hacer espacio y que pudiera sentarme, simplemente hizo como si le hablara a la pared. Fue entonces cuando ya colmado por las actitudes tan groseras de esas dos personas con las que tuve contacto pense : bienvenido a nueva york! y fue que la sangre se me subió a la cabeza y me dije: ahora sí hija de tu chingada madre! vas a ver lo que es un mexicano valemadrista! méndiga china venida a menos! y pues aprovechando mi frondoso trasero me sente en pequeño espacio que había con media nalga en la mochila de la asíatica y pensaba: a ver entonces a quien le vale madre más cabrona! La china no le quedó otra cosa mas que moverse casi a punto de embarrarse con la persona que iba a lado suyo pero aún así no movió la mochila, pero la menos yo ya iba muy comodamente sentado en el tren. El señor que iba a lado mio comenzó a platicar conmigo acerca de como la gente podía ser tan desconsiderada y majadera, todo esto lo hablabamos con la china a lado, a mi la verdad me importo muy poco si nos estaba escuchando o no, pero aprendí que en esta ciudad hay que ser muuuy perros en ocasiones y en verdad no me sentí nada mal por haber puesto mi gran trasero en su mochila.